SIDA
El
síndrome de inmunodeficiencia adquirida es una enfermedad de transmisión
mayormente sexual que se debe a una mutación o cambio en un virus propio de una
especie de mono africano, que pasó a la sangre humana y allí se ha adaptado y
reproducido. Se conocen casos, estudiados posteriormente, de personas africanas
que se infectaron hace 40 o 50 años, cuando ni la enfermedad ni el virus
estaban descritos con perfección.
Se
dice que alguien padece de sida cuando su organismo, debido a la
inmunodeficiencia provocada por el VIH, no es capaz de ofrecer una respuesta
inmune adecuada contra las infecciones.
Origen
La
corta historia de la enfermedad está salpicada por varios acontecimientos
importantes. Después de descritos los primeros casos en 1981 entre los homosexuales,
en 1983 Luc Montagnier descubre el agente causante: el VIH (virus de
inmunodeficiencia humana). En 1985 ya estuvieron disponibles las pruebas para
analizar qué sangre contenía o no el VIH. En 1983, se manifestó la epidemia del
SIDA también en personas heterosexuales, y en 1985 se habían contabilizado
casos en todos los continentes.
Seis
años después de su detección, en 1987, se crearon diversos organismos para
tratar de contener la rápida propagación. También en esta fecha, la
Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense, la FDA, autorizó el
primer fármaco para tratar el SIDA. La terapia triple antirretroviral no estuvo
disponible hasta 1996. En la actualidad, se investiga en la obtención de una
vacuna que frene al virus.
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